Al igual que muchas otras civilizaciones antiguas, los nórdicos creían en el concepto del alma. Sin embargo, además de esto, también se creía que todos los seres humanos tenían un protector invisible especial que nos seguía a través de la vida.
Es un espíritu guardián en la mitología nórdica, que se cree que sigue desde el nacimiento hasta la muerte el alma (hugr) de cada persona.[1]
Su nombre es vörðr y la "fuerza" se puede describir mejor como un guardián personal o espíritu de cuidador. En algunas ocasiones, vörðr podría hacerse visible y cuando sucedió se reveló una pequeña luz o la forma de la persona. Las personas con sentidos fuertes podrían darse cuenta de otros espíritus vigilantes.
Encontrar el vörðr de otra persona fue desagradable. La percepción del espíritu del observador podría causar sensación física, como picazón en la mano o la nariz.
En sueco antiguo, la palabra es varþer y en sueco moderno es vård . La palabra inglesa '” wraith ” deriva de la palabra nórdica vǫrðr, mientras que “ward” y “warden” son cognados.
La creencia en esta criatura o fuerza invisible se extendió en toda Escandinavia hasta los últimos siglos.
Cuando una persona muere, su vörðr podría convertirse en un renacido, un fantasma visible o un cadáver animado que se cree que revivió de la muerte para perseguir a los vivos.[2]