Era un tipo de monstruo marino reportado en el siglo XVI. Según la leyenda, fue llevado al rey de polonia, que deseaba quedárselo. También se mostró a un grupo de obispos católicos, a quienes el pez obispo hizo un gesto, apelando para ser liberado. Otorgaron su deseo, en ese momento hizo la señal de la cruz y desapareció en el mar.
Otro fue supuestamente capturado en el océano cerca de Alemania en 1531. Se negó a comer y murió después de tres días. Fue descrito y fotografiado en el cuarto volumen de la famosa Historiae animalium de Conrad Gesner, publicada en 1551-58 y 87.